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Michoacán, no sólo es un destino con
pueblos mágicos, ciudades coloniales y cultura, también cuenta con 250
kilómetros de playas bañadas por el océano Pacífico, en las que es posible
practicar deportes acuáticos, ecoturismo y presenciar el desove de tortugas,
entre otras actividades. Aunque son poco conocidas, hay sitios con buenos
centros de hospedaje, restaurantes, y lugares de entretenimiento.

Playa Azul
Este lugar, localizado en el municipio de Lázaro Cárdenas, se caracteriza por
sus aguas del singular color que le nombran y por tener un clima agradable
durante casi todo el año.
Además, es ideal para practicar surf y pesca deportiva, ya que su abundante
vegetación y fauna marina lo permite. Sus instalaciones turísticas, complementan
los atractivos de este sitio.

Caleta de Campos
También conocida como Bahía Bufadero, es el lugar adecuado para acampar con la
familia, ya que se destaca por ser tranquila y segura, sin embargo, también es
posible pernoctar en cualquiera de sus hoteles ubicados sobre la costa. Es un
lugar pequeño, pero tiene todo lo que necesita para tener unas vacaciones
confortables, cuenta con restaurantes, centros nocturnos y dos pistas para
aviones pegueños. Además, hay muchos ríos con estuarios para explorar, arrecifes
y a 20 una cascada.

Playón de Nexpa
Para las familias que les gustan los deportes acuáticos, se puede nadar y
esquiar. Además, la cercanía del río Nexpa ofrece posibilidades de practicar el
kayac y el avistamiento de sus aves. Allí, es posible hospedarse en una cabaña
de dos pisos, cocineta, balcones con hamacas y terrazas con vista al mar.

Playa Maruata
Se le considera como un lugar ecológico de los más importantes del país, ya que
sus playas fueron escogidas por la tortuga negra para desovar, además, cuenta
con un museo dedicado a estos reptiles. La bahía está compuesta por un conjunto
de tres caletas y una playa larga de gran extensión, que desemboca al arroyo de
Coire, donde hay una gran variedad de vegetación palmar. Hacia el norte se
encuentra el caserío de Colóla con su río y su playa de casi seis kilómetros de
longitud, y al oeste el río Motín del Oro.

La Ticla
Si alguno de los miembros de la familia, ha tenido la inquietud de aprender a
surfear, este es el lugar indicado. El oleaje alcanza por lo regular los dos a
tres metros de altura, presentando crestas en condiciones de baja velocidad y
clasificadas en lenguaje técnico como “olas de un punto”, es decir, que salen en
una sola dirección y no representan mayor riesgo para quienes se inician en este
deporte. También, cerca de esta playa, se encuentra el río Ostula donde es
posible volar en parapente.

Faro de Bucerías
También llamada Punta San Telmo, donde sus principales atractivo son el panorama
de sus islas rocosas declaradas santuarios, sus aguas azul turquesa con oleaje
suave y sus arrecifes donde habitan numerosas especies. Allí, es posible
esnorqueleor y bucear. Además, lo que distingue a toda la zona aledaña es el
gran número de especies de aves que la habitan.

Boca de Apiza
En este lugar desemboca el río Coahuayana que da nombre al municipio de esta
parte costera del estado y sirve de límite natural a los estados de Michoacán y
Colima. Tiene una playa, larga y casi recta, de aproximadamente ocho kilómetros
con gran vegetación, en la que se localizan una serie de esteros donde los
turistas pueden nadar.
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